Lo pequeño se hace grande día a día.

Sí, esta soy yo, a la que le vuelve loca que la beses por el cuello, que sonríe cuando me llamas idiota y sobrevive con tan sólo una de nuestras miradas. A la que le encanta cuando la besas, y la estampas en la pared. Que quizá no haya un "nosotros", es muy posible que seamos sólo amigos. Aunque prefiero creer que siempre ha habido un algo más. Sé que te mueres cuando me ves y no puedes besarme. Quiero creer que tenemos que estar alejados, por un tiempo, para poder darnos cuenta de todo lo que nos necesitamos. Puede que esto sea duro, pero saldremos, siempre lo hemos hecho. Aquí no vale eso de olvidar, porque ninguno de los dos quiere olvidarse del otro. Porque, dónde hubo fuego, siempre quedará una pequeña mecha, SIEMPRE.

asi es.

Las cosas que nos hacen daño no nos gustan, intentamos alejarnos de la mayoría de ellas. Pero, ¿qué pasa si lo que no hace daño es lo que nos gusta y nos hace sentir bien a veces? No nos queremos alejar, aunque sabemos que es lo más sensato.

IMISSYOU

- Estoy atemorizada.
+¿De qué tienes miedo?
-De no dejar nunca de echarte de menos.

Y no es fácil sanarlas.

Una de las trampas de la infancia es que no hace falta comprender algo para sentirlo. Para cuando la razón es capaz de entender lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas.

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Es el dolor de la esperanza, esperanza que cree en que algún día volverás.

Te destroza.

Yo no es que te quiera, pero digamos que ultimamente me voy a la cama con una sensacion horrible, me falta algo, como si tuvieramos un puzzle al que le falta la pieza clave, y eso duele, buff que si duele, no te haces a la idea de lo que es.

Querido tú:

Son tantos los sentimientos que tengo que casi no hay palabras para expresarlos. No sé qué es lo que veo en ti, quizás lo que vi en cualquier otro, la diferencia es que no te puedo tener...
Podría decir que cada día que pasa es un infierno aguantar sin tenerte, y tal vez lo sea pero, mi orgullo está aún por encima de mis sentimientos y no soy capaz de decirte que no puedo vivir sin ti.
¿Sabes? No entiendo cómo, en tan poco tiempo, calaste tan hondo en mi corazón, tal vez me equivoqué, pero algo distinto a lo demás existía entre nosotros.
Puedo fingir una amistad que no existe porque jamás te veré como a un amigo y es que, por mucho que lo intente, mis sentimientos están ahí y han sido demasiado fuertes como para borrarlos sin más.
No voy a pensar que la tristeza va a durar mucho tiempo, probablemente sea así pero prefiero no pensarlo, lo que sí es verdad es que siempre te voy a desear la mayor infelicidad y el dolor que tengo yo ahora mismo. La culpa de que te desee algo malo la tienes tú, sabes que yo no soy así normalmente...
No te amo, pero es cierto que no sé aún lo que significa eso, así que hablaré de lo que conozco: no te quiero, y probablemente nunca lo haré, porque querer es un sentimiento, y yo por ti no quiero sentir nada.

Somos tú, y yo.

Pero parece ser que aún así no se aprende. Que todo empieza siempre como un puñetero juego, sin importancia, para tener algo con lo que bacilar, sí, pero es “nuestro juego”, y es él, y soy yo. Y al final pasa que los tiros hacen un giro de 360 grados, cambian su trayectoria, y acaban en un punto al que no debían de haber llegado. Y pensar que yo tenía miedo de que él se enamorara de mí y en realidad la única gilipollas que hay en esta historia soy yo.

Suma y sigue.

Ya era hora, ahora te toca callar y agachar la cabeza como hijo puta.